La negra cara del NaziFascismo se está quitando los disfraces
que hasta ahora ha llevado en Europa, e intenta imponerse de nuevo en Europa,
de la mano, como no, de Alemania, quien intenta imponer en Europa el IV Reich.
En España no hizo falta que se disfrazaran: el actual Partido
Popular es la misma fuerza política que se fundó en 1933 bajo el nombre de
Falange Española, y que luego se llamó Falange Española Tradicionalista y de
las JONS y, una vez muerto Franco, siete de los ministros fascistas del
Dictador lo rebautizaron como Alianza Popular, y posteriormente Partido
Popular. Su ideología siempre fue el NaziFascismo, y nunca se disfrazaron
porque son los mismos que se levantaron contra la República, la Democracia y la
Libertad.
Con la excusa de “La Crisis” nos están llevando a una velocidad
de vértigo hasta mediados del Siglo XIX, en todo lo que tiene que ver con
Derechos y Libertades. La Ley Mordaza que nos quiere imponer este Gobierno Nazi
de Rajoy nos retrotrae al Siglo XIX, cuando los únicos que tenían Derechos y
Libertades eran los ricos, y los pobres teníamos nada más deberes sin derechos.
Quieren coartarnos la Libertad para poder seguir robando a manos llenas sin que
podamos hacer nada.
Y no, no podemos tolerar que nos callen y amordacen. De ninguna
manera. Se impone que salgamos a las calles y reclamemos lo que es nuestro, LA
LIBERTAD. Y si para ello hay que rebelarse, rebelémonos.
Rebelaos contra todos: no hay nadie o casi nadie justo.
Rebelaos contra todos porque respetar la libre iniciativa
empresarial no significa volver a la esclavitud ni a la servidumbre, como están
haciendo con las famosas “reformas”
Rebelaos contra todos porque, si los partidos políticos
existentes no os sirven, hay que crear otros que sí lo hagan.
Rebelaos contra todos porque, si las centrales sindicales no os
sirven, hay que hacer otras que sí lo hagan.
Rebelaos contra todo: ¿Por qué razón una familia hereda la Jefatura
del Estado como quien hereda una casa, una finca u otra propiedad? No somos
propiedad de nadie, y nadie es mejor que nosotros. Tu eres tan buen@ como el
mejor para ese cargo. Hasta ahora hemos sido súbditos: debemos conseguir ser
ciudadanos. Y nada más podremos ser ciudadanos proclamando una Tercera
República.
Si os sale alguien diciendo que hay que respetar lo
establecido, decidle que lo respete
el/ella si quiere, pero que no cuente con vosotr@s para ello.
Si las fuerzas que componen el establishment (partidos,
sindicatos, medios de comunicación), alzan la voz llamándoos radicales, no
asustaros y decir que sí. Que sois la Democracia de verdad, no una máscara de
ella. Y que todo nacimiento es algo nuevo. Recordad: “La Libertad no hace
felices a los seres humanos; los hace, simplemente, seres humanos”.
No os disculpéis por nada, porque el Sistema entero está podrido
hasta las cachas, y nada se puede salvar, y nada merece respeto. Recordad que
la más pequeña hierba prende en la grieta de la piedra más dura, echa raíces,
rompe la piedra y, a la larga, derrumba la montaña.
Sed imprudentes, como si estuvieseis por encima del Destino, y
osados y valerosos, como si tuvieseis atadas a vuestros pies la Victoria.
Porque debemos conseguir la Democracia profunda y transparente
que muchos soñaron y por la que murieron, durante la Guerra Civil y la
Dictadura Franquista que dura hasta hoy, con un Monarca impuesto por un
Dictador condenado en su momento por las Naciones Unidas como colaborador
necesario del Nazismo y del Fascismo, y el propio Régimen catalogado de
Fascista por las propias Naciones Unidas.
Luchad por un pueblo que quieren que muera en la ignorancia y en
la resignación ante lo inevitable, con los toros, el fútbol, los sucesos, la
“actualidad” rosa y entontencimientos similares. “Pan y Circo” que decían los
antiguos romanos.
La Economía ha de estar al servicio de los ciudadanos, no los
ciudadanos al servicio de la Economía. Las empresas privadas son eso, privadas,
y deben ser exclusivamente sus accionistas quienes se hagan cargo de sus
pérdidas. Y el Estado no debe darlas un
céntimo para salvarse por su mala gestión. “El que rompe, paga, y se lleva los
trastos a su casa”.
Estamos llegando a la misma situación represiva que dio origen a
la Proclamación de la Segunda República, con una crisis económica galopante, un
Gobierno que ha superado hace mucho su máximo nivel de incompetencia, y una
Monarquía corrupta y corruptora. La Tercera República está más cerca de lo que
muchos pensamos.
A toda esa obra gigante se oponen la tradición, la rutina, los derechos creados, los intereses conservadores, el caciquismo, el clericalismo, la mano muerta, el centralismo la estúpida contextura de partidos y programas concebidos por cerebros vaciados en los troqueles que fabricaran el dogma religioso y el despotismo político. Todo esto es lo que tenemos en contra, y a todo ello es a lo que debemos derribar.
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