El pasado día 5 se celebró en Madrid el Comité Federal de Alternativa
Republicana, en el que, entre otras cuestiones, se confirmó a Alfonso
Vázquez Vaamonde como cabeza de lista en las elecciones europeas por Alternativa Republicana.
Los republicanos hemos dado el paso adelante que nos correspondía dar
siendo la fuerza política más maltratada durante décadas. Nosotros no
tragamos en 1977 con la bandera franquista para que se nos legalizase y
no pudimos estar en las primeras elecciones pseudodemocráticas de la
monarquía. Siempre hemos navegado contracorriente entre fuerzas que
utilizan la República como instrumento o maquillaje pero nunca como algo
esencial en su propuesta política.
A pesar de ello, por primera vez en la historia de este país, una
candidatura netamente republicana se presenta a unas elecciones al
Parlamento Europeo, marcando así un nuevo hito histórico desde que en
las elecciones municipales de 3 de abril de 1979, saliera elegido el
primer alcalde republicano después de la dictadura, Manuel Sender, el hoy presidente de Alternativa Republicana.
Los republicanos exigiremos la democratización real de los estamentos
europeos, reclamando un gobierno común, una política fiscal común y un
Banco Central que ejerza como tal y no sea, como hasta ahora, un mero
vocero de los intereses de la Europa rica y poderosa. Queremos una
democracia radical, donde la participación ciudadana sea un hecho y no
un papel mojado en medio de un maremágnum burocrático.
Como consecuencia de la actual política de recortes se estrangula el
crecimiento y la creación de puestos de trabajo de calidad. La
desindustrialización y la reducción del empleo en Europa continúan
aunque la crisis demuestra claramente lo importante que es la industria
para las economías nacionales en Europa. En este contexto, creemos que
se debe renunciar a competir mediante salarios bajos y la precarización
laboral, y, por el contrario, desarrollar la industria europea, con
especial empeño en el área de las nuevas tecnologías, la investigación y
el desarrollo.
Frente a el capitalismo voraz de los recortes sociales, de las
reducciones salariales, de la cuasidesaparición de las inversiones
públicas, de la explotación lucrativa de los recursos naturales, de la
privatización de los servicios públicos esenciales, de los grandes
incentivos para ejecutivos, de la bajada de impuestos a los ricos, de
los despidos masivos de trabajadores, de la socialización de las
pérdidas bancarias y la privatización obscena de sus ganancias, los
republicanos proponemos:
- La defensa universal de los derechos humanos (derecho a una vivienda digna, derecho al trabajo, libertad de expresión, etc.).
- La defensa de lo público (sanidad, escuelas, universidades, etc.)
- La igualdad social
- La independencia judicial
- La implantación de la ética republicana tanto en la sociedad como en la política. Denunciando la corrupción y los comportamientos antidemocráticos allá donde se produzcan.
- La laicidad; la enseñanza pública sin intromisión eclesiástica. La separación de la iglesia y el Estado a todos los niveles.
- El desarrollo de una cultura de respeto y cuidado del medioambiente como principal legado para nuestros descendientes.
- La voluntad real de resolver los litigios sin recurrir a la guerra ni al uso de la violencia como instrumento de resolución de conflictos.
Poner fin de una vez por todas la política de austeridad reinante por
otra política que priorice el interés social. Somos republicanos y,
como tales, hacemos de la defensa de lo público nuestra razón de ser.
La Igualdad, que era una promesa,
se ha convertido en un mito, y este fracaso está en el corazón de la
infelicidad colectiva y de la desconfianza que nos domina. Las
desigualdades son el cáncer de nuestro modelo social, por lo que tenemos
el deber de ser mucho más audaces en la voluntad de la refundación de
la igualdad republicana, defendiendo la justicia en todas sus formas.
Este nuevo diseño es la clave del modelo social que proponemos.
Son muchos hoy los que nada saben de republicanismo porque éste no
está en la escena política, pero sin saberlo lo están demandado a través
de muchas formas reivindicativas de otra democracia, otras
instituciones y otros políticos.
Somos republicanos y como tales defenderemos allí donde estemos que
los únicos soberanos de un país son sus ciudadanos y ciudadanas. Cuando
hablamos de Europa, hablamos siempre de la Europa de los ciudadanos, porque es la única en la que creemos.
Es con este espíritu con el que, por primera vez, los republicanos concurrimos a las elecciones al Parlamento Europeo.
Alternativa Republicana
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