lunes, 28 de octubre de 2013

Sevilla acude masivamente a la manifestación por la educación pública



Ni la lluvia previa ni las nubes amenazantes pudieron evitar que la comunidad educativa se manifestara el jueves 24 de octubre en Sevilla. La protesta masiva culminaba la jornada de huelga general de la enseñanza convocada en toda España por sindicatos y asociaciones de padres y alumnos de todos los niveles educativos.

Desde por la mañana se caldeó el ambiente a nivel estatal con una guerra de cifras. Mientras la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, aseguraba que el seguimiento de la huelga había sido del 20,76%, los sindicatos UGT, Comisiones Obreras, CSI-F y STES hablaban de un 83%. Por otro lado, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes de Andalucía describió la imagen de las aulas como “totalmente desiertas” y la Junta de Andalucía situó la cifra en un 90,25%, siendo Sevilla la provincia donde más alumnos y profesores han secundado la huelga, con un 96%.

Al llegar la tarde el cielo se cerró y comenzó a llover, pero los manifestantes no dejaban de llegar a las puertas del Parlamento de Andalucía, donde habían sido convocados a las 18:00. Doce organismos, entre asociaciones y sindicatos, fueron emplazados a esta huelga. Otros como FACUA o el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores) se han visto representados o han apoyado la manifestación. 

Han sido muchos los lemas y consignas coreados a lo largo de la concentración. Cuatro fueron las principales reivindicaciones: el fin de los recortes, la retracción en la subida de las tasas, la retirada inminente de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y la dimisión del ministro Wert. Esta última no compartida por todos, tal y como manifestó un miembro del CSI-F: “realmente a muchos no nos importa el ministro que esté, lo que queremos es una educación pública y de calidad”.


“Que se devuelvan los 5.000 millones de euros robados a la educación pública y que se haga un plan de inmersión inmediato para que ningún estudiante se quede fuera de la educación en ningún nivel educativo”, pedía a su vez Laura Camacho desde el Sindicato de Estudiantes.

En torno a las 18:30 se puso en marcha la cabecera y algunos convocantes se atrevieron ya a valorar la manifestación positivamente. “Ha sido un éxito rotundo, desde esta mañana en las aulas hasta ahora en la calle. Creo que hemos sido capaces de pararlo todo.” declaró Daniel, portavoz del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (CADUS). Los representantes de los sindicatos y las asociaciones de padres y madres se mostraban de acuerdo.

Cientos de banderas ondeaban gracias a un viento que anunciaba lluvia, pero el entusiasmo imperaba a lo largo de una de las avenidas principales de la ciudad. La cabecera ya había pasado la Ronda de Capuchinos y todavía la cola no se había movido de las inmediaciones del Parlamento. Una marea humana sólo vista en las calles de Sevilla en ocasiones contadas. Los convocantes lo habían previsto al configurar el recorrido desde la calle Muñoz León hasta la Avenida del Cid, uno de los tramos más anchos del viario de la capital.

Las consignas se gritaban con mucha rabia. Leticia es profesora del IES Isidro de Arcenegui y Carmona y ha visto, según cuenta, cómo le han subido las horas de clase y cómo ahora tiene más alumnos  y le es más difícil atender las necesidades específicas de cada uno. “Vengo hoy por eso y porque hay que cuidar la educación que es de todos”, concluye.

Raquel es madre de tres niños que han ido a su lado a lo largo de todo el recorrido. “Veníamos explicándoles por qué estamos tan preocupados por ellos y por qué están hoy aquí, queremos aportar nuestro granito de arena”. A pesar de ello, sigue viendo negro el futuro.

A medida que la tarde avanzaba el ambiente se volvía más festivo, sobre todo en el tramo donde se ubicaba el grueso de los estudiantes. Sin embargo, la realidad retratada por algunos de ellos era mucho más cruda. “Sentimentalmente me afecta mucho porque veo a compañeros que se han tenido que ir de la universidad. A mí personalmente me pone al borde del abismo esta situación de estar a punto de caer”, decía Alfonso, estudiante de la Universidad de Sevilla.

A las 20:30 llegaba la cabecera a la avenida del Cid, donde se improvisaron varios atriles y asambleas para animar a seguir en la lucha. Algunos sindicatos, como CGT o el Sindicato de Estudiantes, aprovecharon para pedir otra huelga general de trabajadores y alumnos, lo cual fue aplaudido por un gran número de personas.
La tarde se desarrolló sin ningún tipo de incidencia y la concentración se disolvió con total normalidad. Después un grupo de estudiantes acudió al rectorado de la Universidad de Sevilla para pasar allí la noche, siendo ésta la tercera de encierro consecutiva. El CADUS prevé más acciones en este sentido a lo largo de este curso, además de negociaciones continuas con las instituciones presentes en la ciudad. En cuanto la guerra de cifras la delegación del gobierno cifró el número de manifestantes en 10.000. Los organizadores aseguran que asistieron más del doble

Alejandro Mejías


1 comentario:

  1. Sólo añadir un dato que no aparece en la crónica periodística, la participación en la manifestación de la Agrupación de Sevilla de Alternativa Republicana (ALTER).

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