Ayer
tarde, el molt honorable president de la Generalitat, Sr. Mas volvió
a desatar la caja de los truenos al comunicar la fecha de su consulta
soberanista y las preguntas que se plantearán en la misma.
Desde
el más rancio nacionalismo español volvimos a escuchar gritos a
favor de la sacrosanta unidad de la patria forjada por Isabel y
Fernando; por descontado que la respuesta del, también rancio, nacionalismo catalán
no pudo ser otra que la del recuerdo de las afrentas españolas desde
aquel 11 de septiembre de 1714.
Ríos
de tinta, decenas de tertulianos televisivos, horas de radio para
analizar las preguntas, los motivos, lo que podrá ocurrir o que lo
que debería ocurrir; lo que harán unos y lo que harán otros.
Pero,
¿y la realidad cotidiana que se esconde tras esa espesa cortina de
humo? Me refiero a los recortes en sanidad, en educación, al
desempleo, a la corrupción; al problema de los desahucios; a los
miles de millones de euros para salvar a la banca, al hundimiento del
tejido industrial, a la privatización de servicios, incluidos los de
seguridad ciudadana, a los recortes en derechos elementales, no solo
laborales sino aquellos que consideramos básicos como el de
expresión o el de manifestación.
Humo
y mas humo para tapar sus vergüenzas, o las nuestras, que
últimamente vienen a ser las mismas.
Nosotros,
los radical-republicanos, tenemos recogido en nuestro documento
político el derecho de los pueblos a la autodeterminación, por lo
que, si la pregunta que nos hacen es si estamos o no de acuerdo con
la consulta, afirmaremos con rotundidad que SI. Porque creemos que
hay que cambiar la actual ley que regula los referéndum en España,
para que pasen a ser un verdadero instrumento de participación
directa de los ciudadanos y con carácter vinculante.
Si
nos preguntáis si estamos o no a favor de la independencia de tal o
cual territorio, decimos, con la misma rotundidad que NO; creemos
firmemente que España debe de ser una República Federal. Queremos
un estado federal, ya que la soberanía, que reside en el pueblo, la
recibe el Estado por delegación de las Comunidades, teniendo estas
el derecho de autogobierno en todas las materias que no hayan
delegado al Estado. El cual, debe articular la solidaridad entre las
mismas. Porque la República Federal, encarna el proyecto común
histórico de todos los pueblos que conforman España.
No
obstante, si se produce la citada consulta, nosotros, como demócratas
que somos, respetaremos la decisión libremente ejercida por el
pueblo catalán, no cabe otra opción.
Rafael
Luna
Secretario
General
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