Documento de Alternativa Republicana con motivo del Día Internacional de la Mujer
8 de marzo de 2014
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Hoy es un día especial para las mujeres, un día en que ponemos de
manifiesto nuestras reivindicaciones, protestas y aspiraciones como
colectivo y lo hacemos a nivel internacional. Desde que Clara Zetkin
impulsase en la Segunda Conferencia de la Internacional Socialista de
Mujeres en Copenhague la celebración del día Internacional de la Mujer,
ha llovido mucho. En esta fecha se aprovechó para exigir de forma
coordinada por más de un millón de mujeres en Europa el derecho a la
formación y a la educación, el derecho a voto y a ocupar cargos
públicos, el derecho al trabajo y el fin de la discriminación en el
mismo.
Hoy, 103 años después, a pesar de los esfuerzos y los logros
conseguidos en el ámbito europeo, las reivindicaciones laborales en
clave femenina son básicamente las mismas: seguimos teniendo
dificultades para acceder al mercado de trabajo, cuando lo conseguimos
lo hacemos en peores condiciones y sufrimos una humillante
discriminación de tipo salarial. La crisis ha tenido efectos demoledores
para la empleabilidad de las mujeres ya que ha detenido de forma
progresiva su incorporación al mercado laboral. En el caso de acceder a
un empleo, normalmente lo hacemos a tiempo parcial y de forma temporal.
Los datos de que disponemos demuestran que casi ocho de cada diez
contratos a tiempo parcial los firma una mujer. Las razones que aducen
para acogerse a esta modalidad es, en primer lugar la imposibilidad de
encontrar un trabajo a tiempo completo y, en segundo lugar pero no menos
importante, la dedicación al cuidado de hijos o personas dependientes.
La falta de corresponsabilidad social y laboral y la reducción de la
protección social provocan una disminución de las posibilidades de
acceder a un trabajo en condiciones favorables para las mujeres. Estas
características del empleo femenino han configurado un mercado de
trabajo marcado por la desigualdad y la dualidad, con sectores
fuertemente masculinizados normalmente con condiciones laborales más
dignas (mayores salarios y sujetas a relaciones contractuales de tipo
indefinido) y su reverso para las mujeres: acceso a los trabajos peor
remunerados, jornadas a tiempo parcial de modo involuntario y
temporalidad como características fundamentales de los empleos viables
para las mujeres.
Parafraseando el título de la célebre novela de Stieg Larsson, desde ALTERNATIVA REPUBLICANA pensamos que éste es un gobierno que no ama a las mujeres. La
reforma laboral de 10 de febrero de 2012 del gobierno de Rajoy no ha
hecho más que ahondar en la precariedad del trabajo femenino y en su
destrucción, poniendo de manifiesto que el empleo de calidad no es una
prioridad para el gobierno del PP. Sus efectos son extraordinariamente
negativos porque ahondan en las diferencias estructurales del mercado
laboral y las aumentan en época de recesión económica. Esta reforma
laboral perpetúa las condiciones de trabajo indignas para las mujeres,
no aporta soluciones que ayuden a limar las diferencias de tipo
estructural existentes en el mercado de trabajo y no se ha traducido su
aplicación, en ningún caso, en una mejora de sus condiciones de vida.
Desde ALTERNATIVA REPUBLICANA apostamos por
políticas de empleo que incluyan la perspectiva de género como único
modo de lograr un reparto más equilibrado de la riqueza y un crecimiento
sostenido y sostenible que asegure la participación equitativa en el
mercado de trabajo para mujeres y hombres en condiciones favorables para
las mujeres. Esta aspiración sólo se puede conseguir impulsando
políticas inclusivas desde los poderes públicos que consideren a las
mujeres como un activo económico decisivo y su puesta en valor ha de
redundar necesariamente en la mejora de la productividad y en el
crecimiento económico. Esta equidad ha de conseguirse mediante el
establecimiento de medidas relativas a la igualdad de género con el
objetivo de corregir las desigualdades estructurales que se manifiestan
en el mercado de trabajo, esto es, segregación ocupacional por motivos
de género, precariedad laboral y temporalidad, y también las relaciones
desiguales de poder que se establecen en el mismo. Creemos que el modelo
productivo que tenemos y en el cual se sustenta nuestro mercado de
trabajo es un modelo caduco por muchas razones, entre ellas, porque
asegura el establecimiento de relaciones desiguales entre los sexos,
condena a la precariedad laboral a las mujeres y las segrega,
orientándolas a la elección de trabajos fuertemente feminizados y peor
remunerados. Para corregir estos desequilibrios es necesario actuar
desde varios ámbitos y de forma temprana, uno de ellos el educativo,
adoptando la inclusión de políticas de educación y formación profesional
orientadas a eliminar la segregación por motivos de sexo y, garantizar
desde este ámbito, la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres
fomentando una cultura de corresponsabilidad social y laboral
absolutamente necesaria para crear oportunidades de trabajo decente para
las mujeres y asegurar su progreso social.
[i]La
Encuesta de Estructura Salarial investiga la distribución de los
salarios en función de una gran variedad de variables como son el sexo,
la ocupación, la rama de actividad, la antigüedad, o el tamaño de la
empresa. La Encuesta Anual de Estructura Salarial solo obtiene
estimaciones de la ganancia bruta anual por trabajador clasificada por
tipo de jornada, sexo, actividad económica.
[ii]
Estos datos han sido obtenidos a partir del Informe 22 de febrero, Día
de la Igualdad Salarial correspondiente a este año del sindicato UGT.
Documento elaborado por Rosa Bernat Ruiz, vocal de la Comisión Ejecutiva Federal de Alternativa Republicana.
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