A pocas fechas de la
semana Santa, de tanta raigambre popular en nuestros pueblos y
ciudades, nos llega la noticia de que a propuesta de la cofradía de
culto y procesión Nuestro Padre Jesús el Rico y María Santísima
del Amor, de Málaga, don Jorge Fernández Díaz, a la sazón actual
ministro del Interior, firma la Orden ministerial por la cual se le
concede, a María Santísima del Amor, la Medalla de Oro al Mérito
Policial, con carácter honorífico.
Para ello se argumenta la
concesión en la "estrecha colaboración" de la cofradía
con la Policía Nacional
"en actos celebrados durante la Semana Santa". Al mismo
tiempo que se reconoce el compartir valores, tales como la
"dedicación", el "desvelo, la "solidaridad"
y el "sacrificio", con la agrupación religiosa.
Laicidad no es sinónimo
de represión o negación de las creencias religiosas, muy al
contrario es sinónimo de respeto a las mismas. La Constitución en
su artículo 16 dice entre otras cosas: “ninguna confesión tendrá
carácter estatal’, sin embargo, nuestros gobernantes siguen
empeñados en vivir en un pasado de oropel canónico y se dedican a
repartir medallas, fajines o cualquier premio institucional a cuanta
Virgen o Cristo se les ponga por delante.
Pero esto no sólo les
pasa a los peperos, por ejemplo en Sevilla, ni en los años de mas
pujanza del nacional catolicismo se han otorgado más medallas de la
ciudad a imágenes que durante el mandato del socialista Moteiserin.
Es porque todo lo
expuesto hasta el momento que Alternativa Republicana se suma a la
propuesta de una plataforma ciudadana que, puestos
a dársela a un personaje de ficción, mejor se lo damos a Mortadelo
y Filemón, que además son agentes de la ley, y
más dignos merecedores de tan insigne condecoración. Nadie
mejor que ellos representan la "dedicación", el "desvelo,
la "solidaridad" y el "sacrificio".
Animamos a la ciudadanía
a firmar la petición abierta en
Change.org
para lograr la medalla para ellos; aseguramos que no es ningún
disparate. ¿O sí lo es Sr. Ministro?
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