Se van a cumplir 34 años
de aquel 28 de febrero, a pesar de las preguntas enrevesadas y casi
incompresibles, las trabas legales e informativas, en el que cerca de
2.500.000 de andaluces consiguieron vencer en las urnas, con su voto
afirmativo, la obcecación de un gobierno que pretendía mantener a
Andalucía atrasada y sumisa.
Esa victoria, que fue el
sueño de otros (en su inmensa mayoría radical-republicanos),
retomado con fuerza durante la República y condenado al ostracismo
por el golpe de estado que dio lugar a duros años de dictadura, hizo
resurgir con fuerza y esperanza la idea de una Andalucía libre.
34 años después los
problemas siguen siendo los mismos, es cierto que hemos avanzado,
pero esos avances siguen siendo insuficientes. Necesitamos mayor
autogobierno para profundizar en nuestros problemas y tratar de
atajarlos con nuestros medios y depender de las migajas del gobierno
central de turno.
No pedimos la
independencia, exigimos mayores cotas de soberanía, somos
federalistas y, como tales, creemos que son las Comunidades las que
deben de delegar en el Estado aquellas funciones que crean
conveniente y no al contrario. Es por ello, que nos asombra Susana
Díaz en sus declaraciones a cerca de Cataluña y España no
aclarando aun cual es su modelo de Estado, lo que lleva a una
indefinición del propio modelo andaluz.
Este
28 de Febrero tendremos poco que celebrar, mientras que 1 de cada 4
pobres sea andaluz, ¡un 25%! Que 74 de cada cien jóvenes andaluces
estén en el paro. O que el transporte se haya encarecido en los dos
últimos años un 34%; que nuestros mayores no sólo pierden poder
adquisitivo por el recorte en las pensiones, sino que han vuelto
a ser el sostén económico de miles de familias porque somos
¡6 millones de parados! Nuestros hijos no sólo no los podemos
enviar a la Universidad por la retirada de becas, sino que ni tan
siquiera le podemos pagar los libros de textos o lo más esencial,
darles una alimentación suficiente.
Es por ello que el 28 de
Febrero debe de ser reivindicativo, de lucha, por ello exigimos el
cumplimento de los acuerdos suscritos por los socios del gobierno
andaluz, políticas efectivas contra el paro, medidas contra la
pobreza en todas sus versiones, complementar la mermada ley de la
dependencia, ampliar el actual plan de vivienda de Andalucía
fomentando las viviendas sociales, y un largo etcétera.
Nosotros, los
radical-republicanos, mantenemos hoy como ayer que sólo hay una
alternativa y es republicana.
¡Viva Andalucía libre!
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